Helados caseros de leche materna
Los primeros dientes comienzan a hacer su aparición a los seis u ocho meses. Ojo, no siempre ocurre en este lapso de tiempo, porque cada bebé lleva su propio ritmo de desarrollo.
Ahora, es un hecho que la dentición genera molestias en las encías, inflamándolas, enrojeciéndolas y ocasionando dolor en los peques, sin embargo, hay una forma muy efectiva de calmar este malestar: dándoles helados caseros de leche materna.
Si bien este método no suele funcionar en todos los bebés, generalmente, les ayuda a aliviar el dolor al momento de mordisquear el helado con las encías. Podemos decir, incluso, que los helados caseros de leche materna se han popularizado a escala mundial, gracias a lo eficaz que resultan para mitigar las molestias causadas por la dentición.
Aprender algunas recetas para preparar estos helados puede ser una gran alternativa a los métodos tradicionales, como el uso de mordedores o juguetes que, a veces generan enfermedades en los bebés.
El helado de leche materna, además, no solo es conveniente durante la dentición, sino también para refrescar a nuestros peques en verano. El hecho es que en este post os enseñaremos cómo prepararlos fácilmente, entre otras cosas.
Índice de contenidos
Helado de leche materna: ¿A partir de qué edad?
Los helados caseros de leche materna no suponen ningún riesgo para vuestro bebé desde el punto de vista de su composición, ya que están elaborados exclusivamente con vuestra leche.
Vuestro bebé, sin embargo, debería poder probar el helado sin atragantarse. Por ello, es preferible considerar dárselo a partir de los 6 meses.
En cuanto a la cantidad, es mejor evitar dar un helado entero a un niño menor de 3 años. De manera que aconsejamos ajustar la cantidad de helado dada a la edad de vuestro bebé.
Si notáis episodios de diarrea o gases después de consumir helado, posiblemente se deba a un resfriado. En este caso, es mejor darle pequeñas cantidades a vuestro hijo o hija con una cuchara para que el helado esté menos frío.
Receta de helados caseros de leche materna
No hay nada más sencillo que la preparación de helados caseros de leche materna. Para hacerlos, recoged vuestra leche respetando al máximo las medidas de higiene y guardadla directamente en moldes adecuados para evitar cualquier riesgo de asfixia.
Solo debéis guardarlos en el congelador durante aproximadamente una hora. ¡Y ahí lo tenéis! Vuestro bebé puede disfrutar. Si os apetece, podéis mezclar vuestra leche con un poco de zumo de frutas o de verduras que a vuestro bebé ya le guste.
A continuación os mostramos la receta en estos casos:
Ingredientes:
- 20 ml de leche materna fresca
- Frutas de temporada
Materiales:
- Un cuchillo
- Un mixero
- Moldes para helados
- Tiempo
- 5 minutos de preparación
- 2 horas en el congelador
Preparación:
- Cortad la fruta en trozos pequeños.
- Mezclad la leche materna y la fruta hasta que quede suave.
- Verted la mezcla en los moldes para helado.
- Dejad reposar en el congelador mínimo 2 horas y listo.
Variantes gourmet:
- Afrutado: Con plátano, frutos rojos, mango, melón…
- Picante: Con un poco de canela en polvo
- Dulce: Con sirope de agave
- Vainilla: Infundiendo una vaina de vainilla en la leche
- Compota: Añadir una cucharada de compota
- A base de hierbas: Con una infusión de verbena o manzanilla
Beneficios del helado de leche materna
Los helados caseros de leche materna son recetas que todas las madres y padres deberíamos conocer. Sobre todo porque combinan los beneficios de la lactancia materna y cubre muchas necesidades, de manera que aportan las siguientes bondades:
- Garantizan la seguridad de vuestro bebé ya que solo es vuestra leche. Sin azúcar, saborizantes ni colorantes añadidos.
- Tampoco hay riesgo de alergia alimentaria.
- Son fáciles y rápidos de hacer.
- Se adaptan naturalmente a la edad y necesidades de vuestro bebé por su composición 100% leche materna.
- Alivian el dolor de las encías durante la dentición
- Alimentan y calman a bebés que tiene el famoso “pies-manos-boca”.
- Refrescan al peque en verano con una receta de cero desperdicios, orgánica y local, además de tomas ilimitadas.
Algunas recomendaciones
Al momento de preparar y darle helados caseros de leche materna a vuestro bebéaconsejamos seguir estas recomendaciones:
- Ofrecedle al bebé un molde adaptado a vuestras manitas y su motricidad fina.
- El helado casero no debe ser demasiado líquido para evitar que se rompa en pedazos.
- Quedaos siempre al lado del bebé cuando come, incluso si es una receta a la que está acostumbrado.
- Para un bebé alimentado exclusivamente con leche materna, ofrecedle helado de leche materna sin otros ingredientes.
- Para un bebé diversificado, podéis darle la receta de helado con frutas mixtas, o cualquier otra variante gourmet.
- El bebé también debe ser capaz de sostener un objeto solo en sus manos y mostrar interés en los alimentos «sólidos». Si no, aún no está listo.
Por último, podéis utilizar vuestra leche congelada en batidos, como hielo picado o en recetas que no requieran congelación: flan o tortitas para bebés, por ejemplo.
Conclusiones
Los helados caseros de leche materna son imprescindibles cuando se trata de recetas lácteas. Fáciles y rápidos de preparar, hacen que vuestro bebé disfrute de un rico postre que a su vez lo alimenta, de hecho, podéis dárselo en cualquier época del año.
También os permitirá variar los gustos para una exploración gustativa diversificada, especialmente si queréis preparar una receta con frutas como piña, albaricoque, fresa, cereza… ¿Lo mejor? ¡Que no tienen aditivos! El único límite es vuestra imaginación.
Un catalán con propósito italiano que decidió recuperar la receta de las antiguas dueñas, unas italianas que hacían un helado tradicional de éxito en el barrio de Graçia y llevarlo a las zonas con más encanto de Barcelona.